domingo, 29 de agosto de 2010

El campamento (cuento)

La primera versión de este cuento fue escrita en marzo del 2004, como tarea de sexto grado. Luego sufrió millones de reformas hasta esta última (por ahora), escrita en enero del 2008.



Sinopsis:
Los hermanos Anto y Joni organizan un campamento con sus amigos. Este grupo de chicos emprenden la poco higiénica aventura bajo la tutoría del extraño padre de uno de ellos. ¡Una historia llena de mala alimentación y faltas de respeto!


Anto, de trece años, y Joni, de catorce, eran hermanos. Era el mes de enero y estaban en su casa aburridos y muertos de calor. Cuando ya casi los sepultaba su propia transpiración, a Anto se le ocurrió organizar un campamento con sus amigos. Los dos hermanos -y Dennis, Fede, Martín, Ivana, el Maxa, Elulio y Yanina- se pusieron de acuerdo en no invitar a Paolo, el vecino de Anto y Joni, con quien a veces pasaban el rato, pero la verdad era que no se lo bancaban.
A todos los chicos les dieron permiso, pero tenían un ligero inconveniente: no tenían carpa. Paolo tenía una carpa para diez personas que les venía como anillo a Frodo, pero como no querían ni acercarse a este muchachito, descartaron esa opción de inmediato.
Anto decidió disponer de sus ahorros, así que se puso una capa, tomó su alcancía y fue corriendo a la tienda “Artículos de campamento” con su mejor amigo, el Maxa. Los atendió un viejo con barba y cara de pescado, quien además era el infeliz vecino de Anto y Joni.
- ¿Qué necesitan? – Preguntó con antipatía.
- Una carpa dame – Contestó Anto.
- ¿Para cuántas personas?
- Un montón.
- Nueve, nueve – Intervino el Maxa al notar que el anciano empezaba a transpirar, lo cual no colaboraba con el olor a vagón de carga que emanaban su chaleco y su falda escocesa.
- La carpa para diez personas más barata, está a $2.400.
Pero los ahorros de Anto consistían en $4,50, así que le advirtió:
- No te voy a pagar más de $4,50.
- Entonces andate – Repuso el anciano con cara de asombro, enojo y sueño.
- ¡No seas trucho, viejo pescado! ¡Haceme una rebaja! – Chilló Anto.
- No, pará, was... – Lo paró el Maxa.
- ¡No me faltes el respeto, mocoso maleducado! ¡Te retirás inmediatamente de mi local! ¡¡Fueraaa!! – Le gritó el viejo amenazándolo con un rastrillo.
Como los chicos no se iban -e intentaban disimuladamente meterse una carpa en el bolsillo-, el viejo les manoteó un poco la cara, les arrebató la carpa y concluyó el show proporcionándole a Anto una buena patada en las nalgas.
- No importa, Maxa, Paolo tiene una carpa – Dijo Anto con desdén, ya a varios metros de la tienda.
- Sí, pero va a tener que venir... – Lamentó el Maxa.
- No, yo digo que nos preste la carpa.
- Por eso, pero va a tener que venir...
- A ver, ¿cómo te explico? – Remojándose los labios con bronca – Yo digo que Paolo nos preste la carpita, sin su cuerpo adentro...
- ¡Ya sé, tarado! Pero no le podemos decir “Mirá, Paaao, nos vamos de re campamento. Prestanos tu carpa, pero no vengas porque te odiamos en secreto.”
- O… O… ¡O digámosle eso! – Anto-felicidad-al-máximo.
Pero el Maxa lo miró bien feo y Anto entendió que tal cosa no se podía porque... Porque se le cantaba al Maxa.
- ¡Ufa, bueno! ¡Bue-no! Que venga y listo – Con cara de camello agrio.
Llegó por fin el día del campamento, un jueves con olor a pasto recién cortado, y los chicos se reunieron en la casa de Fede, ya que Tadeo, el papá, era quien los iba a llevar al bosque. Estaban muy bien equipados... Bueno, la verdad no, pero zafaban.
- Papá, no te vamos a llamar Tarzán – Lo atajó Fede. – No de nuevo.
Los chicos se subieron a la caja de la camioneta de Tadeo, quien llevaba puesta una zunga de cuero de jabalí, se había pintado con témpera rayas por todo el cuerpo, lucía un collar de colmillos de plástico y complementaba su extraño atuendo con una vincha aborigen.
- ¡Papá, estás desnudo! – Gritó Fede.
- ¡No es cierto! Ah, pará... Sí es cierto... – Tadeo se acomodó la zunga que yacía sobre sus pies.
Ya emprendido el viaje, Anto y Joni se dedicaron a contarle al resto que no tenían bolsas de dormir, así que le habían robado al vecino (el viejo escocés).
- Entramos por una ventana. – Empezó Anto – Estábamos bien tranquis porque el viejo estaba en el negocio.
- Le revolvimos el placard – Siguió Joni -, y encontramos unas bolsas con bocha de cosas del local. Agarramos dos bolsas de dormir...
- ...Y de paso nos llevamos un cacho de pollo que había en la heladera. – Concluyó Anto.
Ahí se rieron todos menos Paolo que se había perdido la última parte y nadie se la quiso repetir. Martín ya se estaba quedando sin aire.
- Y bueno, estaba tan tentador en el tupper azul-ancianidad, ¿qué hubieran hecho ustedes? – Dijo Anto.
- Ah, y nos lo morfamos hoy a la mañana en el desayuno con leche y un poco de jamón. – Joni-felicidad-al-máximo.
- ¡Qué asco! – Exclamó Ivana mientras Martín le estrujaba el brazo a Dennis indicando que necesitaba un pulmotor.
Cuando llegaron al bosque, a eso de las 14:30, se pusieron a armar la carpa mientras Tadeo hacía unos sandwiches con pan reciclado y fiambre rancio. En un momento, se quiso hacer el Marley y se comió una especie extraña de escarabajo, y se hubiera muerto si no fuera porque no se murió. Los chicos estaban un tanto acomplejados con su intento de carpa...
- ¡No, no, no! ¡Eso se sitúa en el suelo! – Corrigió Elulio, sonriendo plácidamente.
- ¡Ah...! – Exclamó Fede dejando de forzar una estaca que no lograba clavar en un quebracho.
Martín soltó la carcajada de su vida, seguida por un ataque de tos preocupante.
- Che, ¿esto dónde va? – Preguntó Dennis con cara de pollito mojado y un pendorcho en la mano.
Mientras tanto, Paolo intentaba escapar de Anto y el Maxa, quienes lo estaban ahogando con la lona de la carpa. Tadeo se dio cuenta de que ese grupito de pequeñajos no tenía idea de cómo armar una carpa, así que decidió intervenir.
- A ver, scouts truchos, córranse...
Cuando Tadeo terminó de armar la carpa XL él solo, accedieron a llamarlo Tarzán por un rato, como agradecimiento. Luego los chicos jugaron un partido de football con una pelota asquerosamente verde flúor que había llevado el antiestético Paolo. Mientras, las chicas hablaban mal de ellos atrás de un árbol.
En un momento, Elulio le pasó la pelota al Maxa, pero erró y le pegó en el medio de su maldita jeta (cara). El Maxa se cayó en un charco de barro que tenía atrás y le salpicó varios litros a Dennis, quien salió corriendo cubriéndose los ojos llenos de partículas perjudiciales para el bienestar del globo ocular promedio. Aprovechando la situación, Anto le hizo una excelente zancadilla y Dennis, luego de volar varios metros, cayó encima de Fede, quien decidió sugerirle a Martín que le pegara una piña a Paolo, y él, considerando que era un momento oportuno, accedió entre risas.
Quedaron muy cansados, sucios y algo lastimados por caídas y demás. Para reponer energías, tomaron la merienda, que consistía en leche chocolatada y más panes humedecidos.
Más tarde, dieron un paseo guiado por Tadeo, quien iba unos diez metros adelante dando grandes zancadas y balanceándose cada tanto en algún árbol.
En un momento Elulio y Paolo se cayeron a un pozo de unos dos metros. Joni y Yanina ayudaron a salir a Elulio mientras Fede se llevaba aparte a Martín para calmarlo, ya que la risa estaba complicando su salud pulmonar. Nadie mostró interés en ayudar a Paolo, y siguieron caminando ignorando sus súplicas. A la vuelta de la excursión, Tadeo ayudó a salir al desgraciado y volvieron al lugar donde se habían instalado.
Cuando ya estaba oscureciendo, Tadeo se dedicó a frotar ramas, mientras, acelerando el asunto, Elulio hacía un súper fogón con su Zippo.
En la cena comieron aceitunas y sobresitos de aderezo robados a mano armada del tenedor libre chino. Repentinamente y sin previo aviso, Tadeo puso en práctica su autoridad al grito de:
- ¡¡Se van a dormir yaaa!!
Los chicos se metieron a la carpa corriendo y Tadeo se acurrucó en un claro fangoso. A la media hora de intentar dormirse sin obtener resultados, Elulio desenfundó el cloroformo y los nueve amigos pudieron conciliar el sueño, mientras que a Paolo lo dejaron luchando contra el insomnio hasta pasadas las cuatro de la mañana.
Al día siguiente se levantaron a las 18:45 pm, y a Martín le dio un ataque de asma por culpa de un chiste sobre un salero malhumorado, así que decidieron volver a la ciudad. Empacaron todo, y Anto se llevó varios insectos repugnantes en un tupper azul que a Joni se le hizo familiar. Ya acomodados en la caja de la camioneta, emprendieron el viaje de regreso, que se les hizo eterno porque no se les ocurría ninguna maldad para hacerle a Paolo.
Al llegar a la ciudad, cada uno se fue a su casa. Como Paolo era vecino de Anto y Joni, los hermanos tuvieron que soportar su precencia un rato más, pero no le dirgieron la palabra y se negaron rotundamente a ayudarlo a cargar la carpa.
Antes de ir a dormir, Anto y Joni fueron a devolverle las bolsas de dormir al pescado escocés barbudo.
- ¡¡Los voy a denunciar!! ¡¡Los voy a denunciar por robarme las bolsas de dormir!! – Les gritó desaforadamente el anciano.
- Callate, vecino – Le espetó Joni con cara de vaca aburrida.
-¡Cuando yo era como ustedes, respetaba a los mayores! – Viejo-indignación-al-máximo.
- ¡Vos nunca fuiste como nosotros, viejo pinchudo! – Le gritó Joni - ¡Vos de joven eras un alevino!... ¡Si es que fuiste joven alguna vez! – Añadió con tono misterioso mientras le escudriñaba detenidamente el rostro surcado de arrugas.
- ¡Callate la boca, mocoso insolente! Además, por si todo esto fuera poco, ¡tuvieron el descaro de robarse mi cena!
Anto sonrió maliciosamente, y su hermano lo miró con cara de mosquita. Entonces sacó el tupper azul de la mochila y se dirigió al anciano, melodramáticamente.
- Señor, nuestro comportamiento fue terrible. Sepa que la culpa no nos dejó probar bocado, tome – Anto le entregó el tupper con aire solemne.
Conmovido, el peludo vecino los perdonó y les obsequió caramelos. Luego entró a su casa con intenciones de comerse el pollo.
Los chicos entraron a su casa sonriendo con la maldad del mundo en sus pupilas y, tras efusivos saludos de su madre, se fueron a dormir.
Sin que se les pasara por la cabeza la idea de bañarse, Anto y Joni se acostaron masticando algunos caramelos del vecino. Apenas apoyaron la cabeza en la almohada, escucharon claramente que, a pocos metros de su casa, alguien maldecía en escocés gritando sus nombres.
Fin



Personalmente -y después de tantos años-, sigue sin convencerme. Pienso que es confuso al haber tantos nombres y tanta descripción de las mínimas cosas.. Además de que Joni al final se re saca, y se supone que él es el hermano decente y racional, mientras la lacra es Anto.. Así que, por favor, si pueden dejar sugerencias sobre qué modificaciones les parece que debería hacerle, se los agradecería :)
(no hace falta tener cuenta en blogspot para comentar)

martes, 24 de agosto de 2010

24/8

Acabo de darme cuenta de la fecha que es.. Todo se vuelve cada vez más borroso.. La nitidez de los recuerdos va disminuyendo su calidad; el sonido de las voces, el orden de las palabras, la posición de los cuerpos. Destellos del pasado se iluminan en mis pupilas, para volver a opacarlas. Voces lejanas rozan mis tímpanos y se apagan gradualmente. La felicidad la recuerdo, en su grado más puro, eso todavía no se extinguió en mi memoria.

Me duele la cabeza. Tras un día tranquilo y divertido, cayó una noche de problemas. De desconciertos y adioses que nada son al lado de la decepción y desconfianza -ajenas-.
Linda manera de empezar el 24. Con sed, sentimientos negativos (tfg? eres tú?), insomnio (y eso que anoche dormí menos de dos horas, realmente no sé cómo no caí desmayada por ahí).
Mejor que tome unos vasos de agua y me desmaye de una vez. Mañana escuela. G r e a t .

lunes, 23 de agosto de 2010

...

Escribiría al respecto, pero no lo vale.
Escribiría al respecto, pero no lo valgo.

Cangreja malhumorada


Están haciendo que crea en el horóscopo,
Porque cada cosa que hoy me dijo sobre sus enfermizos signos, es cierta.
Están haciendo que crea en el horóscopo,
Porque lo que dice sobre nuestra compatibilidad es demasiado acertado para ser coincidencia.
No me obliguen a creer en el horóscopo,
Porque soy canceriana, y no les conviene.

domingo, 22 de agosto de 2010

Un futuro sin futuro

Llego tarde todos los días.. Rara vez entrego una tarea.. Jamás estudio para una prueba.. Me estoy sacando muchas malas notas.. La paso bien en el curso, con mis compas.. Dibujo, saco fotos, me entretengo, me río, me siento tranquila y cómoda..
Pero académicamente voy en picada, y no me lo puedo permitir (no otra vez). Perdí dos años ya (y ya de por sí era de las más grandes del curso, ya que nací a principios de Julio)..
Quiero terminar de una vez.. Aunque la verdad me da un poco de bronca pasar a cuarto y tener que elegir una orientación, cuando está todo tan mal organizado y la única que medianamente me interesa, no tiene las materias que debería..
Lo ideal sería una orientación artística, pero sé que es mucho pedir. Voy a tener que terminar, y recién ahí poder estudiar diseño gráfico o algo relacionado con esas cosas que me gustan..
Mi cuarto es realmente
un desorden que habla por mi humor (Leo García quotes), quiero ordenarlo para aclarar el ambiente, pero me da m u c h a p a j a. Lo voy a hacer cuando me inspire, qué sé yo.
En dos días llega el tan esperado 24/8.. Veinticuatro de Agosto, veinticuatro de Agosto.. Ni siquiera es que va a cambiar algo.. El 24/8 no pasa nada, sólo se cumple un mes desde que algo pasó. Nunca pasa nada.. Y es mi culpa. Lo que yo sea, es mi culpa, o gracias a mí.
Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos, creo que es hora de que haga algo por mí misma, por los demás, por lo que sea o quien sea, pero que h a g a A L G O.

lunes, 16 de agosto de 2010

Me siento un bonsai

Acabo de darme cuenta que soy un bonsai, con crecimiento limitado por el minipueblo en el que vivo, por la falta de materiales que tengo, y sobre todo por mí misma.
Estaba hasta hace diez minutos intentando dibujar en mi block de dibujo con mis Sharpies de colores, y me di cuenta lo disconforme que estaba con los dibujos, lo incómoda que me resultaba la textura de las hojas (que dicho sea de paso, eran bien lisitas) y lo imperfecto que era el trazo.
Un lugar donde me encanta dibujar con marcador permanente de punta gruesa y redonda, es en las mesas del colegio. El trazo me resulta muy fluído y los dibujos rara vez me disgustan. Pero no sé de dónde sacar una superficie tan lisa como ésa, quizás vea de comprarme una pizarra de vidrio, aunque no es precisamente lo que quiero. Quizás debería probar con témperas y acrílicos, aunque nunca fui buena pintando.
Lo ideal sería una tableta gráfica. Obviamente no tengo la plata para comprarme una Wacom Cintiq (el sueño de todo diseñador gráfico o qué?), pero me alcanza para una Genius bastante básica. Aunque estoy dudando en comprármela, porque tengo un monitor viejísimo en el que quizás hago algún dibu o cosa en Photoshop y me queda lindo, pero lo veo en un monitor LCD y me quiero matar, se ven varias imperfecciones de edición y los colores con tonos diferentes. Es re frustrante.. Y para un monitor LCD sí que no me alcanza ni ahí.
Ahora me duele la cabeza y estoy bastante histérica. Hace un rato tenía ganas de llorar y no había pasado nada lo suficientemente significativo como para que me afectara así. O sea, es por esto de la edición y de que los dibujos me están saliendo para el real..
Asdasdfa, mejor publico esto y me pongo a ordenar mis libros o algo, no vaya a ser que revolee la netbook contra la pared mientras puteo a Blogspot por no dejarme cambiar la font de unas entradas anteriores y por activar la cursiva cuando NO le estoy pidiendo que lo haga.

Sabés..?

La vida es corta y me da pena
no disfrutar juntos el tiempo que nos queda.

jueves, 12 de agosto de 2010

Deleted and blocked

Es horrible tomar una decisión por saber que es lo mejor, y no porque es lo que realmente se quiere. Es horrible ver cómo lo que más se ama va transformándose a velocidades inasimilables en algo totalmente diferente.


Hay partes de nuestro cuerpo que nos producen sensaciones increíbles, que reaccionan llenándonos de energía, de felicidad, de ganas de vivir.. Pero a veces esos pedacitos de nosotros se infectan.. Se infectan y sangran, y comienzan a doler, a doler mucho. Un doctor amigo nos dice que es necesario extirpar ese pedacito, pero no! Uno no quiere deshacerse de él, es parte de uno, una parte hermosa, con sensaciones hermosas, no se puede vivir arrancando lo que está tan adentro de uno! .. No obstante, a veces la infección es demasiado grave, y puede empeorar con el tiempo.. A veces es necesario entender que esa parte de nosotros ya no cumple la función para la que estaba ahí, que ya agotó cada célula y no está capacitada para generar más. Es cuestión de asumir la realidad; de entender que, aunque cueste creerlo, no es el corazón lo que nos están sacando: es sólo el antídoto de tiempo que ataca con fuego la infección para sanarla.



Deleted and blocked (from my life) ~ 24/7.24/8.12/8

miércoles, 4 de agosto de 2010

Quiebre del décimo día

Piensa en él y lo imagina hermoso, tocando el piano, con ropa que usaba cuando una vez la abrazó. Increíble como lo conocía; atento, gentil, cariñoso y perfecto.
Recuerdos borrosos inundan su mente, dolores profundos gobiernan su alma, lágrimas de angustia queman su garganta, opaca se torna otra vez su mirada. Situaciones no vividas ilusionan sus pupilas, latidos dolorosos se generan en su pecho, canciones dedicadas lastiman su mente en medio del silencio.
Una caja con sus cosas, ropa, accesorios, y aquellos papeles... Prohibido sentir su perfume, prohibido pensar en sus ojos, prohibido permitirle vagar en su cabeza. Totalmente prohibido imaginar.
Con la primera pitada, se rompen las promesas. Queda prohibido llorar.