viernes, 30 de septiembre de 2011

Corazón en escamas cual comida de pez

Es un poco loco cómo planeás un día y éste se desenvuelve de una manera totalmente distinta, pateándote la cara, más o menos. Llega el final de un jueves y tendrías que estar estudiando, pero estás llorando. Llorando a mares, como hacía ya un tiempo que no llorabas, y como habías pensado una hora antes que necesitabas llorar. Sí, llega la noche y pasa algo. Por mera casualidad, pasa algo.. Algo que recibís en un pequeño tamaño, pero lo metés dentro tuyo y le proporcionás lo que necesite para crecer. Y crece, crece, crece, y te inyecta los ojos de sangre, y te llena la almohada de sal. Y es estar mal lo único que queda. Ese momento privado en que sólo se puede dejar caer el agua desde los ojos, sin que haya alguien ahí para frenarla. No; hasta que no se acabe, no va a parar. Y el pasado se personifica en un animalito de orejas largas, y le hablás y te responde. Se intensifica el océano, se enrojecen aún más las blancas escleróticas de tus cafés. Un café que expresa el más sentido dolor, la más angustiosa consumición de alma. Pero agradecés el cariño, sintiéndolo sincero; parecen quedar tan pocas cosas verdaderas, que sería casi incoherente no atesorar las muestras de pura y simple verdad. "Verdad", qué linda palabra. Pasan los minutos y te vas sintiendo enferma. No enferma de histeria, angustia e impotencia, como hace un rato: enferma de debilidad, a la hora en que tus párpados se cansan de tanto leer, de tanto llorar..  Volvés a admitir una posibilidad de sueño esta noche, una siesta profunda que te descanse para poder despertar mañana y tener la energía para afrontar más del mismo veneno. De nuevo el desfile diario de la hipocresía; de la convivencia de personas que se mienten o lastiman. Acudirán decenas y decenas. Y entre toda esa multitud, habrá alguien que comprenda, como vos, qué se siente que se rompa el corazón todos los días.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Espejismo de un deseo que deseé desear

Y es que tan poco tiempo tomó
Que vomitaras sobre mí esas palabras bonitas.
Y es que tan poco tiempo tomó
Que me dijeras "te quiero", "te amo", "mi vida", "mi amor"..


Y es que tan poco tiempo pasó, y aquí estoy yo...
Llorando por quien no sufrió...

Des (amor, ilusión)

Ya mis gestos no reflejan
Lo que pasa en mi interior.
Mi mirada está opacada
Y vacía de expresión.


Ya mi boca no se curva
En sonrisas e ilusión.
Contraído está mi pecho,
Resentido el corazón.