martes, 5 de febrero de 2013

Mi f*cking identidad

Mi primer nombre es de origen mapuche, significa "primavera". Me lo eligió un señor acomplejado por su progresiva falta de cabello y amante de la música patagónica, las lechuzas, las decoraciones rústicas, y la cultura de los pueblos originarios. Este nombre se ganó mi desprecio con el correr de los años, por ser propenso a faltas ortográficas (algunas entendibles, como faltas de tilde o usos de -w, y otras imperdonables, como "Güilén"), por provocar confusiones (¿William? ¿Lihué? No, gente, ésos son nombres de hombre) y por ser causante de cansadoras preguntas (¿qué significa? ¿cómo se escribe? ¿en qué idioma es?)..

Mi segundo nombre deriva del latín y se le atribuye el significado de "victoriosa". Me lo eligió una señora con muchas canas, vegetariana, amante de lo sencillo y lo natural. Es un nombre que me gusta tanto como le gusta a mi abuelita. A ella le gustan los nombres "suaves" y que empiezan con -l; a mí me gusta que NADIE lo escribe mal, y  que TODXS entienden a la primera vez que lo digo. Nadie pregunta nada. Pero bueno, a mucha gente no le gusta decirme así porque me conocieron por mi otro nombre, o bien por la reciente superpoblación de Lauras que sufrimos en mi círculo de amigxs/conocidxs.

Mi primer apellido me empezó a molestar en la primaria. Digamos que las primeras bromas escolares del estilo "Parada, sentate" por parte de las profesoras fueron casi graciosas. Pero a medida que mis compañeritos crecían y sus miembritos (?) también, cada vez más chistes obsenos me molestaban semana a semana. Podría decir que me ponía un poco contenta cuando algún inocentón tiraba un chistonto sobre alguna parada de colectivo.

Mi segundo apellido todavía no es mío; está en trámite de adición de apellido materno. No es italiano ni ruso, como los apellidos más lindos que conozco, pero no tiene connotaciones hacia la p*ronga y suena simpático. Con eso me basta.

La gente me dice Blue y me gusta mucho. La gente me dice Hui y me desagrada. La gente me dice Pitufa y me derrito. La gente me dice petisa de m**rda, y me parece bien.


Huilén Parada, Laura Cirilo, Bluet de Canterville, .. Somos todas la misma. No importa el nombre, importan los ojos cafés, las cuerdas percutidas, los susurros en francés..





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